sábado, 23 de octubre de 2010

Lucy

Hubo alguna cosa que no comenté ayer. No os hablé de los terribles controles del aeropuerto para detectar terroristas, de los humillantes escáneres que te dejan desnudo a los ojos de unos cuantos guardias voyeurs... Pues bien, no os hablé de nada de ello porque no pasó nada de ello. Absolutamente nada. Yo me esperaba que ahora las medidas de seguridad fuesen mucho más extremas, pero lo cierto es que no han variado en nada. Igual que siempre, me hicieron pasar por el arco detector de metales, nos hicieron pasar las maletas por los típicos rayos X. Vamos, lo típico. La única salvedad quizá sería que al entrar en Estados Unidos te fichan. A mí me tocó un funcionario con apellido hispano que no hablaba ni jota de español. Me tomó las huellas dactilares de los cinco dedos de las dos manos, me hizo una foto donde salí con cara muy seria (como todos) y me preguntó cuántas veces he venido a Estados Unidos, cuándo fue la última vez que vine y cuántos días pienso quedarme. Y eso es todo.

Después, como os dije, Cohava, la mujer de Gus, nos recibió con una estupenda cena (además de la cena que nos dieron en el avión, no os olvidéis). Es lo que tiene r
obarle horas al día, que cenas dos veces. Y es que ahora mismo aquí hay 6 horas menos de diferencia con respecto a España.

Al día siguiente me levanto ¡a las 8 de la mañana! ¡Creo que es la primera vez que me levanto por voluntad propia a semejantes horas! No creo que madrugase tanto a menos que me amenazasen con, no sé, destrozar mi ordenador portatil quizás.

-¡Adrián, o te levantas ahora mismo o tiro tu ordenador por la ventana!

Entonces posiblemente me levantaría rápido... Aunque no estoy del todo seguro.

Y cómo son los desayunos aquí, señores, nada que ver. Aquí comen hasta hartarse: huevos fritos, chorizo, cruasanes, leche, cereales... Yo sólo me tomé las dos últimas cosas con un poquito de Nesquik. Esa es una de las cosas que tiene la globalización, que te encuentras de todo en todas partes... Eso sí, aquí el Nesquik no lo venden en polvo, sino en sirope. Ay, cuánto hecho de menos mi colacao...

Estuve hablando con Cohava. Me preguntó acerca de la Universidad en España, si es muy cara. Le contesté que todo depende de si se trata de una Universidad pública o privada, que la Universidad pública (a nadie se le olvide que la Universidad de Valencia es pública) es relativamente barata porque el Estado corre con la mayoría de los gastos. Ella no se lo podía creer ¿Really? decía; Yes, seriosly, contesté yo. Me contó Cohava que aquí la Universidad cuesta un dineral, miles de dólares al año. Hasta el punto de que si tienes tres hijos, probablemente sólo puedas enviar a la Universidad a uno, o ninguno.

Luego fuimos al Museo de Historia Natural de Nueva York. Es enooooooorme, y tiene todo lo que os podáis imaginar y mucho más. Vimos esqueletos de decenas de dinosaurios. Es curioso, porque la mayoría de estos bichos tenían cuerpos enormes pero cabezas muy pequeñas

Pero hubo algo que me llamó mucho más la atención de los dinosaurios: una chica de rostro angelical que estaba sentada dibujando, supongo, uno de los esqueletos del museo. Qué bonita, hubiese querido sentarme en frente y dibujarla a ella... si yo supiera dibujar, claro.

Luego, también fuimos a la planta dedicada a los orígenes del ser humano. Y ahí vimos una cosa que hará morirse de envidia a los amantes de la Prehistoria (que no es mi caso). Vimos el auténtico cuerpo de Lucy, uno de los primeros homínidos del linaje humano un Australopithecus Apharensis (o Anamensis, la verdad es que no me acuerdo)



El caso es que siempre hay una foto de Lucy en todos los manuales de Prehistoria del mundo, incluido en el de Barandiarán. Y vimos algunas cosas más, pero no os las voy a contar aquí porque se haría muy largo. Pero lo que os puedo asegurar sin lugar a dudas es que el Museo de Historia Natural es visita obligada si vienes a Nueva York.

Y estuvimos ahí 5 horas metidos, así que se nos echó la tarde encima. Y aquí anochece muy pronto y a las 8 la gente ya está cenando.

Se me olvidó deciros que esta familia vive en una comunidad con bastantes comodidades; viven en un octavo (en la foto, las vistas del patio interior desde arriba) y la comunidad incluye un gimnasio, un cuarto de juegos para niños... y un balneario que ríete tú de Marina d'Or, chaval. Así que antes de cenar fui al balneario a hacer unos largos. De eso no tengo fotos, lo siento.

Después de cenar, vimos una peli de Jhonny Depp, Public enemies, que nuestros amigos tuvieron la gentileza de ponérnosla en español, a pesar de que yo insistí en que no nos importaba verla en versión original subtitulada. No os podéis imaginar lo que es ver a Jhonny Depp haciendo de tipo duro mientras dice... ¡Vamos, ándale wey y deja de desir chingadas!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Adrián soy Mª Teresa -de clase-!!! Por lo que he visto la experiencia estadounidense está siendo más que impresionante -realmente a quien me has dejado más que pasmada ha sido a mí con la descripción que has hecho del Museo de ciencias Naturales y especialmente cuando has mencionado a "nuestra amiga" Lucy-.
Realmente hoy ha sido un día, y también estos últimos, en que me he nutrido muy profundamente de los fundamentos que rigen el porvenir actual de la cultura americana. No sé si me expresaré bien, aunque Tony Judt me está ayudando a ello -jaja-, pero estoy comenzando a valorar y juzgar positivamente aquello que hasta hace apenas unos días detestaba injustamente y sin conocimiento histórico de ello.
No es que me haya vuelto una "pro-yanki", pero desde la distancia del oceáno que nos separa estoy comenzando a ver a los americanos como personas de carne y hueso (y no sólo como marines armados en dirección a Afganistan o Iraq).
Y aquí entrás tú: la descripción que has hecho de tu experiencia tras la cena en casa de tús amigos, y la forma en que has plasmado lo grandioso que puede ser verse envuelto de grandes rascacielos -e incluso a la mujer con la camiseta de "I love Obama"- me ha conmovido muy humanamente.
Així que disfruta tot el que pugues i dus-nos als amics una camiseta d´exies d I LOVE NY (q és broma, eh?).
Muchos besos Adrian.

Anónimo dijo...

Adri, soy Pablo. Andale wey, que carajo quieres que te diga Adrian Herreeerooss de perinaaat, aparte de que me muero de envidia güey. aaahh!! demenonio telenovela mexicana, sal de mi!! jejeje
Cuelga fotos!!!
Y no le tiraste los trastos a la pava del museo, xd Adrian!! ¿¡donde está el "spanish macho" que le tira a las guiris con su mejor inglés de chiringuito!? Te mandamos como nuestro representante a los USA despues de haberte sido entrrenado al calor de españoladas tales como "Los bingueros" y otros grandes títulos de Pajares y Esteso y nos dejas al resto de españoles en el lugar que nos dejaste, sin tirar cacho a la guiri!! xd!! jejeje ;)

A. HACHE dijo...

María Teresa!!!!

Cómo estás guapa??

Un momento, cultura qué? No hay algo que pueda llamarse "cultura americana", o hay muy poco (mira el último artículo que he escrito, "Un día en Central Park"). Ahí planteo algo que creo puede ser interesante, ya me dirás qué piensas tú...

Aquí existe una forma de pensar, eso sí, bastante egoista, creo yo. Aunque los yankis defienden a capa y espada que son el país más solidario del mundo. Según ellos, se gastan miles de millones de dólares en contrubuir al desarrollo de otros países.

Y vale, quizá eso sea cierto, pero ¿a qué precio?

Cómo ves, yo tampoco soy muy proyanki, pero nuestros amigos son tan encantadores que es imposible decirles que no a nada:)

Lo estoy disfrutando muchísimo y os lo pienso contar TODO!

Ah, y Lucy era encantadora...


Pablito!!!!!

Ya me hubiera gustado decirle algo a la chavala...... Pero era imposible.

Por cierto, mi inglés no es de chiringuito. Es un poco mejor, afortunadamente xD jejejeje