martes, 30 de junio de 2009

Sobre Darth Madoff y algunas cosas más

Tranquilos, que este no va a ser un artículo de economía; podéis seguir leyendo...

Como sabéis Bernard L. Madoff ha sido condenado a 150 años de cárcel por llevar a cabo la mayor estafa de la Historia. 150 años...º º º º º Aunque cumpliese sólo la mitad de su pena, y teniendo en cuenta que tiene 71 años, esta sentencia le condena a estar todo lo que le resta de vida entre los barrotes. Es curioso tanto rigor en la sentencia, dado que Bernard Madoff (de ahora en adelante Darth Madoff), aunque es un grandísimo cabrón, no tiene delitos de sangre. Sin embargo, otros muchos delincuentes que sí los tienen no pasan ni 20 años entre rejas. También los hay que, amparados bajo el sayo de la política, se creen dioses y se dedican a condenar a muerte a personas muchas veces inocentes, personas con enfermedades mentales, personas extranjeras que han sido privadas de derechos consulares... Estos sujetos, (llamémosles sujetos, llamémosles ex-presidentes de Estados Unidos) tampoco van a la cárcel.

La ecuación la pintan muy simple:

Sujeto a defrauda 50.000 millones de dólares = 150 años de cárcel.

Sujeto b comete un genocidio contra un país entero o lleva a cabo una matanza a sangre fría, programada y, lamentablemente, legal = Retirarse con los bolsillos llenos, viviendo de las rentas y sin rendir cuentas a la justicia.

¿A vosotros os parece justo?

Yo creo que las cosas deben hacerse de otra manera. Toda esta debacle de la economía que estamos viviendo, esta crisis, todo lo que Darth Madoff ha robado, los escándalos financieros de la Cámara de los Lores británica... todo, ha sucedido porque una serie de individuos, cuya identidad desconocemos y que son quienes, supuestamente, debieron estar atentos de la buena marcha de la economía mundial, en vez de hacer eso se han dedicado a especular masivamente con el dinero de los demás llenándose los bolsillos de pasta. Me estoy refiriendo a todos los banqueros y hombres de negocios responsables de las compraventas de todas esas hipotecas-basura, ¡Me dan asco! Esos tampoco pisarán jamás el trullo. No sólo eso, sino que además esas mismas personas pretenden que sean los demás, los gobiernos y el pueblo, quienes paguen los desperfectos, quienes solucionen la crisis, quienes pongan todo el dinero que ha desaparecido.

Lo que hace falta es un mayor control de la banca por parte de los gobiernos de cada país, no penas de cárcel tan elevadas. Lo que tienen que hacer con Darth Madoff es embargarle, obligarle por los medios que sean a que devuelva todo el dinero que estafó. Hace falta que aprenda y que, a final de mes, tenga que mirarse los bolsillos, como hace todo el mundo. Eso es lo que deberían hacer, y no condenarlo a morir en una celda. La cárcel se concibe, o, al menos, debe ser concebida, como un medio para la reinserción del reo, no como medida de castigo, venganza, humillación o escarnio. Y ésto no lo digo yo, ésto lo dijo Hugo Grocio*, uno de los primeros teóricos sobre el Derecho Internacional y el sistema carcelario en Europa, ya en 1625.

En este punto es cuando la gente dice: pero lo que no se puede permitir es que este hombre, por ser viejo, se le permita no ir a la cárcel, como pasó con Pinochet. No, no, un momento: Augusto Pinochet fue responsable directo de la muerte de cientos de personas; Darth Madoff no ha matado a nadie.

Está claro que algo falla; o cambiamos el mundo de base, o el sistema de valores, o dentro de nada nos iremos a la mierda. Así de claro.


* GROCIO, Hugo De iure belli ac pacis (Derecho de la guerra y la paz, 1625)

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el caso de Pinochet me parece que hubo intervencion de Margaret Thatcher, porque cuando la Guerra de las Malvinas los británicos recibieron ayuda chilena