¡SÍ SEÑOR!

El pasado jueves, día 23, salió publicada una noticia en un pequeño recoveco de las páginas de sucesos del diario El País que, si no recuerdo mal, se titulaba algo así como Mérida se queda sin sus "Fenicias". Perdonad si la noticia no era exactamente así. Lo importante es lo que se leía en ella. Decía que un grupo teatral sudamericano que había llegado a España para representar una versión de la obra Fenicias, de Eurípides, fue retenido por la Policía en el aeropuerto de Barajas, tomándolos por unos inmigrantes indocumentados. Estos, enseñaron que llevaban los papeles en regla, e incluso intentaron explicar que se dirigían a al Festival de teatro de Mérida. Los agentes negaron que existiera tal evento. A los detenidos se les llevó a una habitación junto con otras treinta personas. Cuando uno de ellos, Camilo, pidió un vaso de agua, se le espetó que él "venía aquí a recoger naranjas". Los retenidos manifestaron el carácter vejatorio de todo aquello. Finalmente y tras varias horas, el grupo fue puesto en libertad sin disculpa alguna. Tan sólo se les dijo que todo se debió a una confusión.
¿Qué más podría decir? Sin ir más lejos, ayer mismo, mientras volvía aquí desde Burriana, un coche de Policía que iba detrás nuestro fue el único, sí amigos, el ÚNICO que se saltó el semáforo en rojo que todos los demás respetamos religiosamente en aquel momento.

Y con casos como estos dos, se podrían llenar páginas y páginas hasta igualar al Quijote.

Estas son sólo algunas de las razones que me hacen sentirme tan orgulloso de nuestro Cuerpo de Policía. ¡Sí señor! Un Cuerpo de Policía tan sólo comparable a nuestra querida CIA estadounidense, los únicos capaces de bombardear un hospital de la Cruz Roja Internacional por confundirlo con un objetivo militar....

Gracias a ellos, este mundo es cada día un lugar mejor...

¡GRACIAS!